Quien más quien menos habrá oído hablar de Payday, la exitosa saga de atracadores. Por ello no debería ser una sorpresa que tengamos una nueva entrega. Payday 3 llega superando en todo a su anterior, con nuevas mecánicas y la diversión de siempre, aunque eso sí, no hubiera ido mal añadir un poco más de contenido.
Payday 3 es un shooter en primera persona que viene, de la mano de Starbreeze Studios y Overkill Software, aunque decir eso es quedarse corto y quizá sea incluso injusto, ya que sus virtudes no son realmente los disparos, sino todo lo demás. El objetivo principal será el de robar el mayor botín posible en diferentes localizaciones, desde el clásico banco, hasta la casa de un ricachón, pasando por una galería de arte. La forma de hacerlo dependerá de nuestra destreza, pudiendo optar por sigilo o por disparar a cuanto se mueva. He aquí lo mejor y lo peor.
Payday 3 es un juego totalmente cooperativo online, con conexión obligatoria y donde dependemos de los compañeros para que la experiencia sea más o menos divertida. Poco tiene que ver dar un golpe donde vas con la soga al cuello desde el minuto uno, a tiro limpio, con otro donde cooperas en equipo para desactivar la alarma, y salir sin que nadie se entere de nada. También tenemos el punto intermedio, el mejor, donde todo marcha bien hasta que sois descubiertos, entonces empezaremos a ganar tiempo de distintas maneras, ya sea intercambiando civiles por recursos o usándolos como escudos humanos, y es que los civiles tendrán mucha importancia en esta tercera entrega.
Comentaba al principio del análisis que no me gusta etiquetar a Payday 3 como un shooter, ya que su gunplay, sin ser malo, se aleja bastante de los referentes del género, como Call of Duty. Sin embargo en conjunto, esa mezcla de planificación, acción y sigilo, crean un producto realmente divertido, que preferiría comparar con títulos como Sea of Thieves antes que con otros shooters.
La narrativa emergente (esa que no está planificada y surge de la partida) será clave para que la experiencia sea más o menos satisfactoria. He tenido partidas aburridisimas donde los compañeros sólo pensaban en disparar, y otras realmente divertidas, en las cuales hemos orquestado un atraco que haría paliceder al profesor de La casa de Papel. Aquí será vital jugar con amigos o mínimo con personas que activen el micrófono al jugar.
Desgraciadamente y pese a sus bondades Payday 3 muestra serias carencias. Para empezar, su imagen es extremadamente genérica, lo que vienen a ser menús, interfaz y demás. El apartado técnico tampoco es destacable y gráficamente deja mucho que desear, como si fuese un juego de pasada generación y ni tan siquiera de los potentes. Todo esto hace que el juego se vea viejo, como si llevase años con nosotros, cosa que contrasta con sus contenidos. El único modo disponible consiste en una serie de misiones acompañadas de cinemáticas estáticas y opcionales, que nos llevará apenas 5 o 6 horas completar (dependiendo de tus compañeros).
Todo esto se apoya en el mercado negro, donde podremos conseguir mejores armas y equipo estético con el dinero que consigamos en las partidas, aunque también hay cierta presencia de micro pagos, aunque nada agresivo ni perjudicial para la salud del juego. Queda esperar cómo evoluciona y ver los contenidos que irán llegando pasado el tiempo. No me cabe duda de que la comunidad estará apoyando al título y es de suponer que el estudio también.
Por lo tanto me encuentro con una experiencia irregular. Payday 3 es capaz de lo mejor y lo peor al mismo tiempo y a la vez, donde la diferencia recae en los jugadores que nos acompañen. Cuando la cosa fluye el juego es una experiencia estupenda, un pasatiempo ideal para estar con los amigos y pasar un rato de tensión, risas e historias que compartir. Además podéis disfrutar del juego de forma gratuita si estáis suscritos a Gamepass, en PC o Xbox, por lo tanto si os llama la atención podéis echarle unas horas sin desempolvar la cartera.
